Una mujer de 118 años expresa su amor a la vida, pero también su amor a la gente, ya que suele manifestar su deseo de ser visitada por aquel que desee conocerla, platicar con ella, convivir un rato.

Se trata de Lucile Randon, una francesa que suele recibir solicitudes de periodistas de todo el mundo para conocerla; además, recibe regalos y cartas.

Se ha hecho famosa por ser la persona con mayor edad de Francia.

Con 118 años sigue viviendo su vida al máximo.

Dice estar consciente de que la muerte llegará pronto; sin embargo, no tiene ningún problema de salud grave; sólo rigidez muscular derivado de la edad.

Hace un tiempo se enfermó de covid-19, pero se recuperó satisfactoriamente.