Asistimos a la inauguración de la Copa del Mundo Rusia 2018 en Cinépolis Miyana VIP para darte todos los detalles.
Aceptémoslo: levantarse temprano es una monserga para cualquier godín… a menos de que lo hagas para llegar a tiempo a la inauguración de la XXI Copa Mundial de la FIFA 2018. La cita se pactó a las 9:00 de la mañana y, como tamales en bote, nos incorporamos al vaporoso transporte colectivo para presentarnos en punto de la hora.
Al llegar, encontramos una pequeña verbena compuesta por activaciones de refresqueras, videojuegos y el equipo de animación que estuvo a cargo de la organización del evento: mesas de futbolito, tiros a gol, fotografías con animación cuadro por cuadro, foto oportunities con pósters con arte del Mundial de Rusia y más.
Entramos a la sala, el lugar estaba prácticamente lleno. Después de un breve mensaje de bienvenida, la pantalla se conectó con la transmisión internacional de Televisa Deportes. En la comodidad de los asientos reclinables, disfrutamos una de las inauguraciones más sencillas y decorosas en la historia de FIFA. El evento fue tan corto, preciso y directo como el mensaje de inauguración de Vladimir Putin.
Y los cuatro años de espera terminaron: el balón corrió de nuevo. Los primeros 20 minutos las escuadras del anfitrión Rusia y el representativo de Arabia Saudí acusaron cientos de errores provocados por los nervios hasta que, al minuto 12, Iury Gazinsky anotó el primer gol de la Copa. Entonces, todo fue felicidad.
Esta es la razón por la cual vale la pena considerar ver el partido en el cine: el ambiente. Explico: en casa, podrías emocionarte mucho, gritar, compartir la emoción con quien veas el partido, celebrar, ‘chocar cinco’… lo que sea. Pero, en la sala del cine, la emoción se contagia. Estoy seguro de que no nos acompañaba ningún nativo ruso en la sala (créanme, a lo mejor algún Vladimir pero, solo de nombre), y el gol se celebró como si fuese de la selección nacional. Es imposible resistir la inercia de la euforia colectiva. Por más que tu trasero de plomo se resista, te moverás para celebrar o lamentar (imagino que de tener un Mohammed saudiárabe nativo, lo habría notado pero, tampoco).
Casi puedo asegurar que más de la mitad de la sala celebró el primer tanto de la Copa. Por un momento, todos fuimos tovarishchi… eso tiene el Mundial cuando lo compartes con personas que, como tú, celebran el espíritu de unión que provoca un deporte tan popular y tan culturalmente representativo como el fútbol.
Puedo concluir que, ver el partido en el cine es lo más cercano a estar en una grada de estadio, por la misma razón, es indispensable que tengas muy buena disposición si asistes a una sala a ver el partido. Por cierto, por ahí me chismeó una fuente confiable que para el primer partido de México, los organizadores tienen preparadas sorpresas para los asistentes.