La contingencia global por coronavirus ha hecho de nuestros hábitos de higiene una prioridad para la convivencia en nuestras aldeas, casas y lugares que visitamos. El desinfectante de manos es uno de ellos, para sanitizar objetos de uso diario y manos. Haz tu propio desinfectante para regresar a la oficina (receta de la OMS).
Esta receta es una mezcla proporcionada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y puedes estar seguro de sus efectividad, recordemos que hace unas semanas este líquido se agotó en farmacias y centros de autoservicio; pero calma, que los ingredientes son muy sencillos y lo mejor de todo mucho más barato que su precio comercial.
Veamos.
Ingredientes
- Alcohol etílico (270ml)
- Peróxido de hidrógeno también conocida como agua oxigenada (20ml)
- Glicerol o glicerina (10ml)
- Atomizador de bolsillo o de viaje
En un recipiente, integra estos tres compuestos durante alguno minutos para integrarlos bien; después vacía la fórmula en atomizadores de bolsillo, (ojo, busca que sean herméticos, ya que esto permitirá que el alcohol no se evapore y por tanto no pierda el ingrediente principal para desinfectar objetos y manos) el agua oxigenada asegura que la mezcla tenga una consistencia untable, al tiempo que permite salir bien por el atomizador; y la glicerina ayuda a no resecar tus manos, de lo contrario el alcohol y el agua sola las dejarían en un estado cenizo y poco humectado.
Si eres de piel delicada o alérgica, puedes agregar 5ml de gel humectante de aloe vera, para evitar alguna irritación.
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Recuerda que la Organización Mundial de la Salud, sugiere el uso de este complemento higiénico para sanitizar en lugares donde los productos desinfectantes de grado médico no están disponibles (calle, auto, tu lugar de trabajo) sin embargo, no sustituye el adecuado lavado de manos con agua y jabón. Para que esta formula funcione, tiene que tener al menos 60% de alcohol, de lo contrario de nada servirá.
Regresa a la oficina con esta sencilla receta y usa el cubrebocas a cualquier lugar a donde vayas, no sólo estás cuidando de ti, sino de las personas personas que te rodean. ¡A chambear se ha dicho!
